Ya que se puso de moda "la guerra de las citas", quiero poner aqui a Tomas de Aquino, sobre su opinion, sobre el tema de la inmaculada concepcion, aunque el no fue padre de la iglesia, si fue doctor de la iglesia, y el estuvo directamente en una controversia respecto a este tema, donde se opuso a esta doctrina, de ahi que tenemos citas explicitas sobre Aquino sobre esta cuestion.
"Si el alma de la bienaventurada Virgen no hubiera estado nunca manchada con el pecado original seria en detrimento de Cristo, Salvador Universal de todos"S. Th., Ia, IIae, q. 27, art. 2 (BAC, CXXXI, 25).
Al respecto dice el historiador Justo L. Gonzales:
Asi, pues Santo Tomas, al tiempo que siente gran respeto por la Virgen Maria, quien nunca cometio pecado actual (Segun T.Aquino). y fue siempre virgen (Segun T.Aquino), afirma que Maria heredo el pecado original, de cuya mancha fue santificada despues de su concepcion, y no antes. Ademas, esta santificiacion no le libro del reato del pecado, de modo que Maria solo pudo entrar al paraiso en virtud del sacrificio de Cristo.
Hist. del pensamiento Cristiano, Vol. II, pag. 295, Editorial Caribe.
Nota: Ya me entere que JMA entro a "la guerra de las citas" haciendo ataques a mi persona, como siempre, despues con gusto le contesto.
Querido hermano en Cristo!!!! La obra de Santo Tomás es extensa. En el libro 4 de las sentencias está a favor de la inmaculada concepción como creyente, no lo está como teólogo ya que no encuentra la razón teológica que la sustente. La razón teológica la encontrará el Franciscano Duns Scoto. El reconocimiento de este privilegio se adquirió después de vivas discusiones teológicas, ya que el privilegio Mariano parecía substraer a María del beneficio de la Redención Universal de Cristo que afecta a todos los descendientes de Adán.
ResponderEliminarDe dos maneras se puede redimir a un cautivo:
1.- Pagando el precio de su rescate para sacarlo del cautiverio en el que ya ha incurrido. (Redención Liberativa).
2.- Pagando el rescate anticipadamente, impidiendo con ello caer en el cautiverio. (Redención Preventiva).
De esta segunda forma (Preventiva), Dios Omnipotente, previendo desde toda la Eternidad los Méritos Infinitos de Jesucristo Redentor rescatando al género humano con su sangre, aceptó anticipadamente el precio de ese rescate y lo aplicó a la Virgen María en forma de Redención Preventiva, impidiéndole contraer el pecado original.
Así, pues, mientras la Redención nos libra de las consecuencias del pecado original, al devolvernos la amistad divina, ésta misma Redención preserva a María de una privación que no la alcanzará de ningún modo. La Iglesia dirá que María fue salvada de una manera más sublime. Así la Santidad del Hijo es causa de la Santificación anticipada de la Madre, así como el sol ilumina el cielo antes de aparecer en el horizonte.
ARGUMENTOS DE CONVENIENCIA: 1.- ¿La Madre de Dios esclava de Satanás? No. Por tanto Inmaculada. 2.- ¿La Sangre de Jesús brotando de un manantial manchado? No. Por tanto Inmaculada.3.- Eva, que nos perdió, fue creada en gracia y justicia original; ¿Y María concebida en pecado? No. Por tanto Inmaculada.
CONCLUSIÓN:Dios pudo hacer (Potuit) Inmaculada a María; era conveniente (Decuit) que la hiciera; luego: la hizo (Fecit).
Ella, en virtud a su Maternidad divina, será concebida exenta de pecado original, su Concepción será Inmaculada. (Sin Mancha).
Se trata de una excepción en el orden de la Gracia; el privilegio de la Concepción Inmaculada está en que fue concebida bajo el signo de la Gracia: desde el primer instante de su existencia, en el momento mismo en que fue concebida en el seno de su madre, María lejos de estar privada de la amistad de Dios y de la gracia divina, estaba colmada de ella. Era ya llena de gracia desde su concepción. Después del pecado original los descendientes de Adán somos concebidos y nacemos privados de la gracia;
ARGUMENTOS DE LA SAGRADA ESCRITURA:(No son textos explícitos)
Pr 17-6: “El honor de los hijos son sus padres”.
Sa 1-4: “En el alma maliciosa no entrará la sabiduría; ni morará en cuerpo esclavo de pecado”.
II Co 6-15: “Qué concordia puede haber entre Cristo y el pecado”.
Lc l-28: “Alégrate, llena de gracia, El Señor está contigo”.
Lc 1-49: “Porque ha hecho en mí favor maravillas el Poderoso”.
Jn 1-16: “De su plenitud todos hemos recibido, gracia sobre gracia”.
La exención del pecado original, que caracteriza el dogma de la Inmaculada Concepción, no concluye en la sola exención, sino que al mismo tiempo, entraña una plenitud de gracia y caridad, una inundación del Espíritu Santo que invade el alma. La plenitud de gracia de María sobrepasa la de los ángeles y santos reunidos, no sólo cuantitativa, sino cualitativamente. La gracia nos abre a Dios y nos vuelve capaces de recibirle.