sábado, 16 de junio de 2018

El canon del Antiguo Testamento y la iglesia primitiva. Parte VII

Rufino (345 d.C. al 411 d.C.)

"Monje, traductor e historiador oriundo de Aquileya. Estudio primero en su ciudad natal y luego en Roma, donde trabo fuerte amistad con Jerónimo...Un aspecto importante de la obra de Rufino fueron sus traducciones, no solamente de Orígenes, sino también de Gregorio de Nacianzo, Panfilo de Cesarea, Eusebio de Cesarea y otros." (Gonzalez, 2004, pag. 400).

Este padre de la iglesia es reconocido por sus traducciones al latín de la teología griega y además por su controversia con Jerónimo.

Pero en este caso especifico quiero tratar el tema del canon de la Biblia, ya que este padre rechaza abiertamente el canon católico del AT.

Veamos lo que escribió Rufino:

Pero debiera saberse que hay también otros libros que nuestros padres no llaman canónicos, sino eclesiásticos, es decir, Sabiduría, llamado Sabiduría de Salomón, y otra Sabiduría, llamada la Sabiduría del hijo de Sirá, el último de los cuales los latinos llaman por el título general de Eclesiástico ...
A la misma clase pertenecen el libro de Tobit, y el libro de Judit, y los libros de los Macabeos ... todos los cuales se han leído en las Iglesias, pero no se apela a ellos para la confirmación de la doctrina. A los otros escritos les han llamado «Apócrifos»;. Estos no han admitido que se lean en las Iglesias. (NPNF2 3:558) en (Webster, 2001, pag. 354-5).

La siguiente observacion de William Webster es muy puntual al tema de la controversia con la iglesia de Roma:

"...Rufino expreso este punto de vista despues de los Concilios de Hipona y Cartago, demostrando que ellos no poseian la autoridad universal para la iglesia.." (Webster, 2001, pag. 343).

Rufino hace algunas aseveraciones importantes y de gran valor en el debate:

1.- Al igual que Cirilo de Jerusalén dice que los libros que va a enumerar fueron aprendidos por parte de la tradición de los antiguos padres y han sido aceptados por la iglesia, en ninguno de ellos se encuentra los apócrifos, solo los del canon hebreo.

2.- Los libros que se van a numerar son los que son inspirados por el Espíritu Santo y aceptado por la iglesia, no menciona a ningún libro apócrifo.

3.- Rufino hablo DESPUÉS del concilio de Cartago, demostrando que este concilio no fue universal ya que no se acato al canon de el. ¡Donde esta la supuesta autoridad de Cartago!

4.- Los católicos y ortodoxos dicen que los Protestantes o Evangelicos fuimos los primeros en 'mutilar' el canon de la Biblia, pero eso solo demuestra su ignorancia. 

Después Rufino enumera a los apócrifos de Roma: “Sabiduría de Salomón, Sabiduría de Ben Sirac, el libro de Judith, libro de Tobit y Macabeos” y dice que estos libros no son inspirados sino eclesiásticos que se usan al mismo nivel de el Pastor de Hermas y que no se apela a estos libros en cuestiones doctrinales.

Bibliografia:

Gonzalez L. Justo, Diccionario Ilustrado de Interpretes de la Fe. Clie: 2004.
Webster William, Holy Scripture. The Ground and Pillar of Our Faith. Christian Resources: 2001.

4 comentarios:

  1. Interesante y gran dato. Gracias hermano!! Veo que se puede encontrar mucho investigando, y en este caso a los padres de la iglesia.

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  2. La paz a todos, soy católico y me gustaría intercambiar nuestras creencias sin animo de polemizar. He leído muy poco acerca de los Padres de la Iglesia, pero creo que hoy mas que nunca es de mucha actualidad para conocer nuestra historia de la Iglesia. Saludos

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  3. Rufino en su comentario sobre el Símbolo de los Apóstoles, acepta todos los libros como sagrados, pero no las recibe en el canon. Los siete (Deuterocanonicos) son a su parecer LIBROS ECLESIASTICOS, que solían leerse en las Iglesias, pero que no tenían autoridad suficiente para probar los dogmas de la fe. Admitió, una opinión recibida en su tiempo, y tan poco fundada, que él mismo reprendió más tarde a San Jerónimo por haberla tomado en consideración en su versión de la Biblia. Rechazó explícitamente el canon hebreo. La creencia de las iglesias era para Rufino la única regla que admitía para discernir los libros sagrados, y el canon hebreo no tenía para él ninguna autoridad.
    Ya que se habla del canon, éste necesariamente va de la mano con el Credo Romano. El Credo Romano fue una de las primeras fórmulas de fe que se extendió por todas las iglesias de Occidente. Se le llamo Credo de los Apóstoles.
    El primer documento que declara tal origen es el “Comentario al Símbolo de los Apóstoles”, escrito precisamente por el monje Rufino de Aquilea hacia el año 400.
    El teólogo y erudito bíblico no católico, Theodor Zahn dice sobre este Credo Romano: “en y con nuestro credo (romano) confesamos lo que desde los tiempos de los apóstoles ha sido la fe de la cristiandad unida.”
    Saludos en Cristo Resucitado.

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  4. No olvidemos que Rufino distingue tres clases de libros: los que fueron recibidos por los Padres en el canon es decir, los protocanonicos, de los que enumera 22; los ECLESIASTICOS, que han de ser leídos en la Iglesia, pero que no pueden ser considerados como autoridad en materia de fe. Y, finalmente los APOCRIFOS, que no pueden ser leídos en la Iglesia. Sin embargo, también él cita los deuterocanonicos, y a veces como escritura sagrada.
    Saludos

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