Esta doctrina católica afirma categóricamente que María fue concebida sin pecado, en otras palabras que no tuvo lo que se le conoce como el pecado original.
La declaración oficial la vemos por primera vez en, donde el Papa Pio IX en 1854 la declara como una verdad de fe y por lo tanto obligaría para ser creída.
Un extracto de la epístola apostólica de Pio IX dice así:
“Y, en realidad de verdad, ilustres monumentos de la venerada antigüedad de la Iglesia oriental y occidental vigorosísimamente testifican que esta doctrina de la Concepción Inmaculada de la santísima, Virgen, tan espléndidamente explicada, declarada, confirmada cada vez más por el gravísimo sentir, magisterio, estudio, ciencia y sabiduría de la Iglesia, y tan maravillosamente propagada entre todos los pueblos y naciones del orbe católico, existió siempre en la misma Iglesia como recibida de los antepasados y distinguida con el sello de doctrina revelada.
Pues la Iglesia de Cristo, diligente custodia y defensora de los dogmas a ella confiados, jamás cambia en ellos nada, ni disminuye, ni añade, antes, tratando fiel y sabiamente con todos sus recursos las verdades que la antigüedad ha esbozado y la fe de los Padres ha sembrado, de tal manera trabaja por li¬marlas y pulirlas, que los antiguos dogmas de la celestial doctrina reciban claridad, luz, precisión, sin que pierdan, sin embargo, su plenitud, su integridad, su índole propia, y se desarrollen tan sólo según su naturaleza; es decir el mismo dogma, en el mismo sentido y parecer.”
Sin embargo no hay ninguna evidencia que pruebe que en la iglesia cristiana primitiva y de los primeros siglos, creyeran en dicha doctrina.
Encontramos todo lo contrario y es que se consideraba a toda la humanidad como culpable de pecado, como lo enseña claramente las Escrituras y que solo Dios, es libre de pecado.
También solo Jesús de acuerdo con los padres de la Iglesia fue libre de toda mancha de pecado.
Pero lo que no vemos es una defensa de la inmaculada concepción, sino ya siglos después vemos conforme avance la reverencia por María, que luego que convierte en idolatría, que algunos empiezan a considerar que ella vivió una vida impecable, esto quiere decir que no cometió un pecado jamás, en este caso podemos catalogar a Tomas de Aquino y Agustín de Hipona, que sin embargo de manera explícita rechazaron la doctrina católica de la inmaculada concepción, como ya se ha mostrado en este blog.
A continuación voy a presentar la primera serie de citas patrísticas que nos dan una idea general de lo que pensaban los antiguos cristianos al respecto.
Estas citas son tomadas del blog: turretinfan.blogspot.com
Tertuliano ((c. 160-c. 220):
Así algunos hombres son muy malos, y algunos muy buenos; pero todavía las almas de toda clase pero un género: aún en el peor hay algo bueno, y en el hay mejor algo malo. Pero sólo Dios es sin pecado; y el único hombre sin pecado es Cristo, ya que Cristo es también Dios.
ANF: Vol. III, A Treatise on the Soul, Chapter 41.
Basilio de Cesárea ( 329-379):
Cuando tu ha bendecido al Señor de Escritura según su poder, y has enviado tu elogio hacia El, entonces comienza a humillarte y decir, 'yo no soy digno, O Señor, para hablar frente a ti, porque soy un pecador'. Aunque tú no conozcas nada de mal en ti, porque ninguno está sin pecado, solo Dios.
Greek text: Ὅταν δὲ δοξολογήσῃς ἀπὸ τῶν Γραφῶν, ὡς δύνασαι, καὶ ἀναπέμψῃς αἶνον πρὸς τὸν Θεὸν, τότε ἄρχου μετὰ ταπεινοφρόσύνης, καὶ λέγε. Ἐγὼ μὲν, Κύριε, οὐκ εἰμὶ ἄξιος ἐπὶ σοῦ φθέγξασθαι, διότι σφόδρα ἁμαρτωλὸς τυγχάνω. Κὰν μὴ σύνοιδάς τι σεαυτῷ φαῦλον, οὕτω χρὴ σε λέγειν. Οὐδεὶς γὰρ ἀναμάρτητος εἰ μὴ μόνος ὁ Θεός.
Constitutiones Monasticae, Caput I. §3. PG 31:1329; for translation, see Richard Travers Smith, The Fathers for English Readers: St. Basil the Great (New York: Poit, Young and Company, 1879), pp. 145-146.
Ambrosio (c. 339-97):
Ninguna Concepción está sin iniquidad, ya que no hay padres que no se hayan caído.
Latin text: Nec conceptus iniquitatis exsors est, quoniam et parentes non carent lapsu.
Prophetae David ad Theodosium Augustum, Caput XI, PL 14:873; for translation, see I. D. E. Thomas, The Golden Treasury of Patristic Quotations (Oklahoma City: Hearthstone Publishing, 1996), p. 258.
Agustin ((354-430)
Para hablar más brevemente, María quien fue de Adama murió por el pecado, Adama murió por el pecado, y la Carne del Señor que fue de María murió para alejar el pecado
Latin text: Sic ergo peccatum Domini, quod factum est de peccato, quia inde carnem assumpsit, de massa ipsa quae mortem meruerat ex peccato. Etenim ut celerius dicam, Maria ex Adam mortua propter peccatum, Adam mortuus propter peccatum, et caro Domini ex Maria mortua est propter delenda peccata.
In Psalmum XXXIV, Sermo II, §3, PL 36:335; Works of Saint Augustine, John E. Rotelle, O.S.A., ed., Expositions of the Psalms 33-50, Part 3, Vol. 16, trans. Maria Boulding, O.S.B. (Hyde Park: New City Press, 2000), Exposition 2 of Psalm 34 (35), p. 62.
Fulgentius, Obispo de Roma (c. 467-532):
Por la carne de Mary, que había sido concebido en iniquidades en la manera usual, fue la carne de pecado que engendró al Hijo de Dios en la semejanza de la carne de pecado...
Latin Text: Caro quippe Mariae, quae in iniquitatibus humana fuerat solemnitate concepta, caro fuit utique peccati, quae Filium Dei genuit in similitudinem carnis peccati.
Epistola XVII, Cap. VI, §13, PL 65:458.
Cirilo de Jerusalén
Nosotros decimos algo de lo que se halla escrito; pero no sabemos cuánto les ha perdonado a los ángeles, pues a ellos también les ha perdonado, ya que solamente uno está libre de pecado, Jesús, que nos ha limpiado de nuestros pecados.
(Catechetical Lectures, Lecture 2, Section 10)
Rufino (ca. 345 – 410):
El sólo es Quién no ha pecado, y ha llevado los pecados del mundo. ¡Ya que por si un hombre la muerte podía entrar al mundo, cuánto más por un hombre, que fue Dios también, puede la vida es restaurada!
(Commentary on the Apostles' Creed, Section 25)
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