viernes, 8 de octubre de 2010

El infierno y el carácter de Dios


Este es un tema interesante y que presenta cierta dificultad para algunas personas que miran una contradicción con un Dios de amor y misericordia con el concepto del infierno.

Hace unos momentos leí un post muy desinformado en un blog ateo, respecto al tema, en el se insinúa que la idea del infierno elimina a un Dios amoroso, por lo tanto este último no ha de existir y como conclusión tampoco el infierno existe.

Se parte de unas premisas falsas:
1)     
Dios quiere que algunas personas vayan al infierno.
2)       
En el infierno Dios tortura a las personas.

Esto es completamente falso.

Para esto hay que entender un poco más la doctrina cristiana que indica claramente que Dios no quiere que nadie vaya al infierno.

La Biblia dice: “Dios no quiere que nadie perezca” (2 P. 3:9) y que El “quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Ti. 2:4).

No solo es algo que el deseo, sino que preparo el camino para que esto se hiciera posible, mostrando no solo un deseo sino un acto de voluntad. El entro en la historia humana en la persona de Jesucristo para morir en la cruz por nuestros pecados (Jn. 3:16; Ro. 5:8) y el ofrece a todos  el perdón y la vida (Ro. 6:23).

Estos pocos pasajes demuestran que el ateo que escribió el post que se ve reflejado en las premisas antes mencionadas entiende mal el concepto del Dios que intenta desacreditar y de la religión que ataca.

Ahora ¿Dios tortura a las personas en el infierno? ¡Claro que no!

El hizo al hombre para que se relacionara con Él, y si no vivimos para el propósito para el cual fuimos hechos por lo tanto El nos dará lo que siempre le pedimos: “La separación de Él” y eso es el INFIERNO.

El es amoroso, pero este amor no es un sentimentalismo relativista moderno, porque su amor se relaciona con su justicia, rectitud, santidad y pureza.

Así que él no tortura a nadie por ser intransigente o un niño mimado.

“A fin de cuentas solo existen dos tipos de personas: aquellos que le dicen a Dios: “Hágase tu voluntad” y aquellos a quienes Dios les dice al final: “Hágase tu voluntad” C.S. Lewis, Profesor de Literatura Medieval y del Renacimiento, Universidad de Cambridge; The Great Divorce, 1946, p. 72.

El Infierno es dos cosas:
1) El castigo debido al quebrantamiento de las normas de Dios 

2) La consecuencia logica para las personas que decidieron vivir a su manera y al final se les concede su deseo por toda la eternidad, vivir separados de Dios.

El infierno no es una sala de torturas, porque el ser humano según la Biblia es lo más importante de la creación. Sino la separación y confinamiento del ser más hermoso en el Universo: Dios.

Sera un lugar de vergüenza y de arrepentimiento que no traerá paz además de él inexplicable dolor de haber perdido la oportunidad de relacionarse con Dios.

Además el fuego del infierno es metafórico porque si se trata literalmente no tiene sentido. Por ejemplo, la Biblia lo describe como oscuro y, sin embargo, también tiene fuego. Si el fuego fuera real se iluminaria.

Por ejemplo la Biblia dice que Cristo regresara entre llamas de fuego y que tendrá una espada afiliada que saldrá de su boca, pero nadie piensa que se habla de una espada literal, la figura de la espada quiere decir la palabra de juicio y las llamas que Cristo vendrá a juzgar.

Así que hay que respetar los géneros literarios.

Una de las criticas en el blog antes mencionado es ¿Por qué Dios no nos hizo buenos desde un inicio si no quiere no vayamos al infierno?

Se insinúa en base a esto que Dios no es bueno, por lo tanto no existe, porque él hubiera escogido hacer a todas las personas buenas y que no fueran al infierno. Suena lógico ¿no?

La verdad es que como Dios es amor, (1 Jn. 4:8), por lo tanto el no podría haber creado robots, el creó al hombre para que pudiéramos experimentarlo a él, para hacer esto tiene que crear a personas libres y racionales, que tienen poder de elección, esa misma capacidad que tenemos para amar es la misma que utilizamos para rechazarlo.

“El no podría dar a los seres humanos libre albedrio en ocasiones y no en otras ocasiones. El no podría crear creaturas como agentes moralmente libres, luego tronar sus dedos y hacerlos robots cuando ellos se apartaran de su voluntad. Dios no puede crear seres con libre voluntad y luego a forzarlos a que tomen las decisiones correctas.  Si ese fuera el caso, estos no serian agentes moralmente libres quienes tuvieran la responsabilidad y capacidad de escoger bendecirlo o maldecirlo” A Christian Woman’s guide to reason for faith (Eugene, OR: Harvest House Publishers, 2003), pp. 119-20.

Por lo tanto porque es un amor de Dios si el crea a seres a imagen de Él, seres racionales y pensantes, no habría otra forma de crearlos. Así que esto no demuestra ninguna contradicción con el carácter de Dios.

Por lo tanto la pregunta ¿Por qué un Dios amoroso envía a personas al infierno? Esta mal formulada el no envía, las personas escogen su destino y el juzga en base a la voluntad de las personas.

¿El infierno es necesario?

Tristemente lo es, porque cada quien en base a sus decisiones donde estará si con Dios o separado de Él.
El filosofo y matemático Blais Pascal lo describe así:

1) Todos los que buscan a Dios lo encontraran.

2)  No todos encuentran a Dios.

3) Por lo tanto (a pesar de las apariciones) no todos buscaron a Dios.

Tomemos el ejemplo de un ateo, que sea un ciudadano ejemplar y buena persona ¿No sería injusto que fuera el infierno por no creer en Dios?, esta pregunta transformada en argumento es engañosa.

El problema es que el infierno no es solo un club para asesinos, violadores, extorsionadores y personas que hayan hecho cosas muy malas.

La verdad es que  es justo que cualquiera de nosotros vayamos al infierno porque Dios es completamente justo y no permitiría que cualquier pecado por insignificante que sea  entre a su presencia.

De ahí que no haya contradicción con la naturaleza de Dios y la existencia del infierno.

Pero prosigamos con el ejemplo del ateo “ejemplar” yo reto a cualquiera: ¿No han tenido siquiera una falta en toda su vida? ¿Un mal deseo? ¿Un guiño al mal? ¿Envidia?, ¡No necesitas quemar a tu abuelita con gasolina para ir al infierno!

Los humanos cuando estamos siendo honestos con nosotros mismos sabemos que no podríamos entrar a la presencia de un Dios perfectamente santo.

Por lo tanto no hay persona buena que vaya al infierno.

Además si rechazamos los meritos del infinito amor de Dios es lógico esperar un castigo eterno.
 
La existencia del infierno no contradice a un Dios infinitamente amoroso sino que lo confirma.

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