Me comentaron que el “Lic.” Salvador Melara, respondió a una de mis entradas que hice en este blog respecto a la oración a María, donde afirme claramente que los discípulos de la iglesia primitiva, junto con María, oraban solo a Dios, y que no se le oraba o veneraba a la madre de Jesús.
Me intereso que una persona que se dice ex – teólogo evangélico haya respondido a mi entrada, y erróneamente pensé que refutaría mi punto y que mostraría los siguientes puntos refutando mi posición:
· La Biblia enseña la oración a María y los santos.
· La Biblia tiene ejemplos de cristianos orando a María o algún otro santo.
Lamentablemente no probó estos puntos, pero de manera de silogismo podemos ver cual es la manera correcta de orar de acuerdo con la Palabra de DIOS:
1) La Biblia enseña solo la oración a Dios.
2) Todas las oraciones que vemos de los santos hombres de Dios en las Escrituras, van a Dios.
3) Por lo tanto la oración correcta de los cristianos son las que van directas a Dios.
Los miembros de la iglesia de Roma, saben que las dos premisas son verdaderas, sin embargo en sus actos no oran directo a Dios, sino que oran a otros “mediadores” como a María, San Pedro, San Judas Tadeo, etc.… por lo tanto concluimos que están errados porque no siguen la palabra de Dios.
Ahora el creador y señor de la Iglesia, nuestro Señor Jesucristo, debe de ser nuestra guía, el nos enseño a orar solo a la divinidad, Mt. 6:9-13, en su nombre Jn. 14:12-14, en la practica vemos que la iglesia oraba solo a la divinidad, ver Hchs. 1:14, Hchs. 7:59, Hchs. 12:5, podríamos poner una larguísima lista de textos pero no es necesario, ya que el punto 3) es verdadero porque las dos premisas son verdad.
Ahora quiero responder al infame “Lic.” Salvador Melara, para mas info sobre el visitar http://www.salvadormelara.co.cc/, aunque contesto a otra persona, en realidad trataba de refutar mi post, que se puso en el foro papista:
Lo único que logras con esto a parte de dar lástima y chiste, es demostrar tu total ignorancia de la doctrina católica. NO SE ORA A MARIA.... se pide su interseción.... es muy diferente.... No se ora a nadie más que a Dios.... se pide la interseción de los la Bienaventurada Madre de Dios Hijo y de los santos para que ellos también, unidos a nuestras oraciones, intercedan para que recibamos las gracias que necesitamos.
Bueno esto es realmente risible, no porque cambie uno las palabras, cambias la práctica, el mismo catecismo habla sobre “oraciones marianas” e “invocaciones a María y los santos”:
971
“….. y en la oración mariana, como el santo rosario, “síntesis de todo el evangelio” (cf. Pablo VI, MC 42). Dios te salve, Maria, llena de gracia, el Senior es contigo, Bendita tu eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte” (Catecismo, 2676, 2677).
Profesión de Fe del Concilio de Trento (1546)
(Sostengo) igualmente, que los santos que reinan con Cristo deben ser venerados e invocados; que ellos ofrecen oraciones a Dios por nosotros….. La Fe Católica, p. 33.
Tal vez tendremos que decirle a todo el mundo católico que después de todos ellos no tiene algo que se llame “la oración del Ave María”.
Además vemos esto más en el catecismo:
2683
…Su intercesión es su más alto servicio al plan de Dios. Podemos y debemos rogarles que intercedan por nosotros y por el mundo entero…
Por lo tanto Salvador Melara no puede salir con su absurdo, de que no ora a María, que solo le pide intercesión, si ese es el caso entonces, jamás oramos a Jesús cuando pedimos su intercesión para con el Padre.
Ahora la pregunta a nuestros amigos que oran a otros seres ¿Oran con sus pensamientos a ellos?, ¿Es María omnisciente que conoce los pensamientos y corazones de los hombres que le oran?, ustedes no se pueden excusar en que oran de manera diferente a ella, y luego de otra manera a Dios, ¡Porque utilizan las mismas técnicas!, hasta ahora no conozco a un miembro de la iglesia de Roma que ore en voz alta para que lo escuchen los santos o Maria.
Después el ex – pastor dijo:
Voy a modificar algo que escribí porque me llamó mucho la atención la definición de la palabra orar según el diccionario de la Real Lengua Española: orar. (Del lat. orāre). 1. intr. Hacer oración a Dios, vocal o mentalmente. 2. intr. Hablar en público para persuadir y convencer a los oyentes o mover su ánimo. 3. tr. Rogar, pedir, suplicar.
Desde esta definición..... SI SE LE ORA....... Y ES CORRECTO.....
Ok, veamos el 3 punto de un diccionario no bíblico, ¿Dónde nos enseñan las Escrituras que roguemos, pidamos o supliquemos a un ser en el cielo que no sea Dios?, Por lo tanto aun utilizando el diccionario usted esta equivocado, porque conforme a la palabra de Dios no puede justificar su practica.
Conclusión:
Melara ni siquiera conoce la doctrina que dice defender.
Ok, vayamos por partes porque la verdad las objeciones me parecen bastante buerdas.
ResponderEliminarPrimeramente las dos premisas presentadas en tu silogismo fallan, amigo.
«1) La Biblia enseña solo la oración a Dios.»
¿Podrías darme un texto explícito que diga: «solo oren a Dios»? No lo darás, porque sencillamente no existe. Lo único que la Biblia dice es que pidamos al Padre en el nombre de Jesús (Juan 14:13); que oremos el Padre nuestro —que así debe de orarse— (Lucas 11:2-4); y que pidamos y se nos dará (Mateo 7:7), pero por ninguna parte encontramos algo como: «oren solamente a Dios y ya». Pasajes que digan que debemos orarle a Dios no dan apoyo a tu primera premisa; si yo le digo a alguien: «pídeme lo que quieras» no es sinónimo de «pídeme solo a mí y a nadie más», ergo la primera premisa es una afirmación gratuita y un muñeco de paja de lo que enseña la Biblia.
«2) Todas las oraciones que vemos de los santos hombres de Dios en las Escrituras, van a Dios.»
En parte es cierto es que la gran parte de las oraciones de los santos hombres del Señor van dirigidas a Dios, pero entendamos un poco esto de la oración.
Cuando la Biblia habla de oración parece hacerse en un sentido estricto hacia Dios, sin embargo no debemos caer en anacronismos. Recordemos que el lenguaje bíblico es de hace 2000 años.
Orar, en nuestro tiempo, puede significar también: «Dirigirse mentalmente o de palabra a una divinidad o a una persona sagrada, frecuentemente para hacerles una súplica.» (Real Academia de la Lengua Española), pero en el lenguaje arameo la palabra «oración» viene de la palabra “SLOTA” que significa «el acto de dirigirse a una deidad en comunión, súplica, intercesión, alabanza o adoración.» Entonces vemos que, en un lenguaje antiguo la oración significaba algo específico para una deidad mientras que en nuestro lenguaje actual la oración refiere a algo más que dirigirse a una deidad, sino que también trata de dirigirse a una persona sagrada. Precisamente eso que hacemos los católicos.
Pero bien, la Escritura enmarca algunos acontecimientos donde se habla (no diré “ora” para no caer en cualquier anacronismo) con santos ta fallecidos en la carne. Por ejemplo en 1 Samuel 28 Saúl pide ayuda a Samuel; Jesús mismo en Mateo 17 habla con Elías y Moisés; el hombre rico estando en el infierno puede interactuar con un santo ya fallecido, Abraham, anulando así la hipótesis protestante de que los muertos ya no tienen conciencia (empleando malamente Eclesiastés 9:5); vemos también que cuando Jesús clama al Padre en la cruz diciendo: «Elí, Elí, lama sabactani» los romanos se ríen y deducen que Jesús clamaba a Elías, dándonos a entender que hay alta probabilidad de que el clamor hacia los santos fallecidos ya entraba en el marco judío.
A posteriori puedo decir que el hecho de que cierta enseñanza o doctrina no aparezca de manera explícita en la Biblia no es requisito para descartar una determinada disciplina, doctrina, enseñanza moral, etc. Por decir que la Biblia no prohíbe fumar marihuana de manera explícita, pero sí lo prohibe de manera implícita; tampoco la Biblia muestra, por ejemplo, la doctrina de la Trinidad de manera explícita, pero a lo largo de los siglos se ha ido definiendo tomando mejor forma con el Credo de Atanasio y mejor aún con la gran obra del Asombroso San Agustín en su libro «De trinitate» y, por qué no, también en la filosofía teológica de Santo Tomás de Aquino (todos católicos, por cierto). Así puedo continuar citando doctrinas que aunque no están explícitas en la Biblia han sido guardadas en el depósito de la fe cristiana.