viernes, 20 de agosto de 2010

Sodoma y Gomorra: Cuando la arqueología confirma la Biblia. (De Nuevo)


La arqueología ha servido para confirmar muchas historias de las Escrituras y para aumentar la confianza de los creyentes en la Biblia.
No quiere decir esto que todos los problemas se han acabado, pero sí que en general la arqueología ha aumentado el conocimiento general que tenemos de la Biblia y nos indica que es un libro confiable.
En el pasado muchos críticos aseguraban que Sodoma y Gomorra eran ciudades ficticias que solo aparecían en las Escrituras y que su destrucción solo era una leyenda que nos llego escrita en la Biblia. Sin embargo los nuevos descubrimientos les caya la boca una vez más.
Las tabletas de Ebla
Estas tabletas fueron descubiertas en el norte de Siria y son fechadas en el año 2,400 a. de J.C.
Un dato importante es que en estas tabletas se encuentran escritos los nombres de las ciudades Sodoma y Gomorra que antes se pensaban que eran ciudades inventadas por el autor bíblico pero ahora tenemos confirmación arqueológica que demuestran su existencia.
También es importante enfatizar que este descubrimiento derrumba la teoría de que Moisés no pudo haber escrito el Pentateuco en el 1,400 a. de J.C., porque la escritura no existía en aquella época ¡Pero ahora sabemos que 1000 años antes existía la escritura!
Ahora lo asombroso es que no solo vemos confirmación fuera del relato bíblico de que Sodoma y Gomorra existieron sino que ya fueron encontradas.
Sodoma y Gomorra, son 2 de las 5 ciudades mencionadas en Génesis 14, en las Tabletas de Ebla se mencionan las 5 ciudades en el mismo orden que hace Génesis: “Sodoma, Gomorra, Adma, Zeboim y Zoar.
“La evidencia arqueológica revelo que las cinco ciudades mencionadas en la Biblia eran, de hecho, centros de comercio en el área y que geográficamente estaban situadas como las Escrituras las colocan” Josh McDowell, “Nueva Evidencia que demanda un veredicto” (Mundo Hispano 2009) p. 437.


“La evidencia apunta hacia una actividad sísmica e indica que varios estratos de tierra fueron afectados y arrojados al aire. El betún abunda en esa zona, y sería una descripción correcta decir que un fuego infernal (brea betuminosa) cayó sobre estas ciudades que habían rechazado a Dios. Hay evidencia que estratos de rocas sedentarios han sido fusionados por calor intenso. Evidencia de tal incendio se ha hallado en la cima de Jebel Usdum (monte Sodoma). Constituye evidencia permanente de una gran conflagración que ocurrió en el remoto pasado, posiblemente cuando exploto un depósito de petróleo debajo del mar Muerto y se incendio. Tal explicación de ninguna manera quita del evento su elemento milagroso, porque Dios controla las fuerzas naturales. El hecho de haber ocurrido en el momento oportuno para producir el mayor efecto, en el contexto de las advertencias y visitas de los ángeles, son factores que revelan su completa naturaleza milagrosa” Geisler, Norman L. Christian Apologetics. Grand Rapids: Baker, 1976, p.50-51.
Ahora sabemos que no solo es racional creer que estas ciudades existieron sino que la evidencia apunta a un fin cataclismico con fuego como lo explica la Biblia, aunque esta pone énfasis en el lado espiritual de la situación.
De nuevo los críticos se deberían sentir avergonzados y retractarse en este punto.

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